Bajo el contexto de la propagación del Covid-19, la operación de muchas empresas se puso a prueba y evidenció la necesidad de digitalizar sus procesos de forma inmediata. ¿Vino la pandemia a mostrarnos nuestra verdadera madurez en términos digitales?
El concepto transformación digital está en agenda hace ya mucho tiempo a nivel global, y muchas empresas presumen ser nativas digitales. La tecnología, aliada estratégica para la evolución de la gestión de los negocios, nos da el puntapié inicial para ingresar en el camino de la transformación digital, pero no nos confundamos: ser una empresa digital no es sólo "comprar tecnología", la transformación digital implica un cambio cultural en las empresas, y también, la evolución del resto de la sociedad que deberá aceptar y acompañar las nuevas modalidades de relacionamiento.
Uno de los cambios más palpables de los efectos del Covid-19 en las empresas fue la implementación del teletrabajo. Según un artículo de la consultora Adecco, el 56% de los teletrabadores que nos deja esta pandemia usa esta metodología de trabajo por primera vez, y sólo el 44% trabajaba home office esporádicamente. Cuando todo esto pase, o cuando comencemos una "nueva normalidad" ¿volveremos todos a nuestros lugares de trabajo como si nada hubiera pasado? Seguramente no.
Otro gran hito de esta crisis fue el crecimiento exponencial del e-commerce. El aislamiento social obligatorio cambió de un día para el otro los hábitos de consumo, y durante las primeras tres semanas de la cuarentena, las ventas crecieron un 300% en relación a las tres semanas previas al aislamiento. ¿Cuántas personas habrán comprado por primera vez en este período? Seguramente muchas.
¿Qué pasa en el ámbito de la Cobranza y el recupero de deudas? Hay mucho por hacer. Las áreas de recupero deben enfocarse, hoy más que nunca, en la automatización y digitalización de los procesos de trabajo. El futuro post pandemia no es muy prometedor en cuanto a la situación económica de los individuos y eso repercutirá negativamente en la rentabilidad de las empresas, por lo que se requerirá de la ejecución de un plan estratégico que defina una nueva forma de trabajar que aporte valor tanto a colaboradores como a clientes, y que transforme los modelos operacionales de la cobranza para adecuarlos a una nueva coyuntura. La omnicanalidad, la autogestión y la inteligencia artificial son algunos de los ítems que no deberán faltar en el roadmap para la transformación digital de las áreas de Cobranza y Recupero de cualquier tipo de industria.
La pandemia nos obliga a repensar los modelos de negocio de nuestras empresas. Ya no hay excusas. Este cambio de paradigma no puede ser visto como una suerte de supervivencia a la situación que estamos transitando, sino que tenemos que incorporarlo como una oportunidad única que se nos presenta, y no debemos desaprovechar.
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